sitios de vida

relatos y recuerdos van tomados de la mano

Monday, May 05, 2008

El Motoquero

Soy Ramiro un joven moderno que se encuentra desorientado frente al mundo. Mis días los paso en el cyber, sobre la moto o arreglando mi PC y la de mis amigos.
Vivo con mis padres aunque no soy participe de las actividades del hogar
Mis ideales están algo confusos y la búsqueda de trabajo es hasta este momento infructuosa.

Un buen día llega a la casa de un vecino que es visitador médico.
Ramiro toca el timbre y espera con el ceño fruncido
Carla sale a atender mientras se escuchan los escandalosos ladridos de Pampa, un gran Dogo argentino
-Buenos días, dice Carla, ¿Que necesitas?
-¿Vos sos la dueña de la casa? dice Ramiro
-No pero es como si lo fuera. ¿Por?
-Mira, yo… tengo este…un problema
-¿Y yo que tengo que ver?
-Venía por el perro, ese que se oye ladrar todo el día, me tiene repodrido ¿es tuyo?
Se oyen los ladridos de Pampa, cada vez mas furioso, porque esta atado
-Si es mío y no veo por que te molesta, ¿yo con tu moto, me quejo acaso? responde Carla
Bueno…no…pero…
-Está bien vamos a hacer la paz y no la guerra- ¿te parece? Yo soy Ramiro, el vecino de al lado (mientras, estira su mano).
Aceptando su presentación Carla dice
-Espero que esta paz sea duradera
-¿Que te parece si te invito al boliche nuevo mañana por la noche? Indican que se pone bomba- dice Ramiro
-Bueno, ¿vamos en tu moto? ¿Manejas bien? ¿Eres responsable?
-Seguro, así que no te preocupes por las pilchas y el peinado.
-Me imagino que voy a llegar hecha una bruja. No se que van a decir tus amigos
-¿El “trompa” no se enoja con vos, no?- dice Ramiro mirando hacia la casa…
-No. El mandará en la casa, pero no sobre mi persona. Yo mantengo mi independencia a rajatabla.
-Entonces nos vemos aquí a medianoche así pasamos a tomar algo antes ¿te parece?
-OK. Nos vemos entonces.

De regreso a su casa el joven va saboreando la aventura del día siguiente. Al final había sido fácil.
La queja me salió redonda dice mentalmente.
¡Esta buena la vecina! ¡Cuando se enteren los muchachos del levante que me hice!

Claudia mientras vuelve a su hogar, después de dejar al perro y el departamento que cuidaba piensa - ¡Hace tanto que no salgo! Parece piola el motoquero y bueno…veremos como sale la cita.
A la noche siguiente, parada en la puerta del departamento se mira en el espejo pequeño que tiene en su cartera ¿A dónde irá a parar la cintura de mi vaquero nuevo cuando me suba a la moto de Ramiro? ¡Se me enfriara la panza y algo mas….jaja!
¿Manejará bien el coso este? Espero no terminar en la guardia del hospital.

El muchacho revisa y lustra su moto ‘
-¡Que pinturita! ¡Parece recién comprada! y mirándola fijamente le dice ¡A ver como te portas hoy eh!
Esta tarea la hace sentado en el cordón de la vereda.
Entonces pasa un amigo y ambos dialogan
-Tengo una salida esta noche. -¿A ver, que remera me pongo? pregunta Ramiro a su amigo
El contesta,- Negra por supuesto y con figuras grandes.
-¿Esa de los Ratones Paranoicos?
- Si ¡Que buena!

-Ah me olvidaba tengo que lustrarme las botas. ¿El vaquero puede ser éste?
-¡Amigo no debes olvidarte el perfume!
-¡Estaré de diez! dice el chico satisfecho.

A la media noche Ramiro toca el timbre en la casa. Pampa lo recibe con sus habituales ladridos
El da un paso atrás y piensa Este perro me tiene harto
Claudia abre la puerta y saluda- ¡Hola! ¡Que puntual! Yo estoy lista.
-Espera que ato al perro.
En ese momento se oye un grito -¡Pampa ven acá!, ¡Entra! dice fuertemente Carla.
- ¡Ramiro se escapó el perro! ¡Ayúdame!
El en un instante trata de agarrarlo por el collar, pero el animal lo empuja y escapa corriendo por la calle.
Ramiro entonces sube a su moto y sale velozmente tras el dogo. Mientras piensa:
¡Maldito perro, tenías que escaparte ahora que ya estaba conmigo la vecinita para una noche única!

Después de correr muchos metros y sin preverlo Pampa se esconde tras un árbol y en el momento que pasa la moto, se lanza sobre el joven motoquero.
Ambos caen al pavimento.
El destino destruye sus vidas debajo de un inesperado camión que en ese instante cruza la calle.
La joven corriendo por la misma, se detiene aterrada. No hay nada que hacer.
Carla mira las figuras aplastadas en el centro de la calzada y desesperada se arrodilla junto a ellos llorando amargamente

1 Comments:

Blogger Unknown said...

Muy bueno el dominio del idioma Cirse, el lenguaje juvenil(y actual), la descripción con el doble punto de vista de ambos, la espectativa imaginada, y el sorpresivo triste final, quizás válido a veces en la juventud de nuestros días.
rober

10:13 AM  

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